Pensar en la importancia de la tecnología en las aulas a veces nos hace verlo de una manera sincrónica: La tecnología es el uso de la computadora, de la Internet. Pero tenemos que sobrepasar esa mirada reduccionista y ver el panorama con más amplitud. Desde el inicio de la historia, el ser humano ha usado todas las tecnologías que tenía a mano para facilitar el proceso formativo de los sujetos. El libro impreso habrá sido tan disruptivo e innovador como lo es hoy el uso de la computadora o el celular para dar clases o aprender.
Hoy, en medio de una revolución productiva y de transmisión de conocimiento gracias al poder de la computadora y la nube, la tecnología que se debe aplicar a las técnicas de enseñanza es la que conforma las nuevas identidades.
Las y los jóvenes han nacido en un nuevo mundo, en donde la tecnología les permite relacionarse, conseguir información y recrearse. Su vida entera está digitalizada de alguna manera.
Yo no tuve computadora en casa hasta que terminé el polimodal y mis hermanos, menores, solo la usaron para consultar el Encarta. En ese entonces la computadora solo funcionaba como un libro digitalizado y nada más. La Internet era lenta y la información disponible, reducida.
Recién cuando estuve en la carrera de Letras le pude dar un uso interesante: ya no era necesario ir a una biblioteca a buscar artículos, podía encontrarlos con solo una búsqueda en Google Scholar.
Sin embargo, mi forma de entender la tecnología seguía anclada al viejo paradigma. La computadora no era una nueva herramienta: era una versión de una herramienta anterior. Mirar la tecnología de esa manera hace que nos perdamos las posibilidades y adelantos que nos puede aportar.
Agradezco este curso porque me hizo ver a la tecnología desde otra manera, entender que mi mentalidad no es la misma que la de mis educandos. El cuento de Pulgarcita y la charla TED de Genis Roca me mostraron la importancia de este cambio que yo juzgaba superficial y es completamente revolucionario.
Desde los inicios, el hombre usó la tecnología para enseñar a la próxima generación. Como responsables de esa enseñanza, es obligatorio que nos acerquemos a esas tecnologías y que podamos darle el mejor uso, para hacer a nuestros sucesores en el mundo seres libres y responsables.
